La dulzura que le dió
el sol de la mañana
por la noche expiró
dando agua de luna.
La niebla de la sierra
suspira entera de rigor
por la siesta patea
el trapo hecho de ardor.
Descalzos arrastro los pies
le pego una pitada certera
se prende apenas una llamita
humito que contornea la espera.
Los bordes de tu cuerpo
silencia la eternidad
nada se repite sin cansancio
solo queda alguna lucidez.
La cima es el ingenio
del que recubre su vanidad
entre los restos traicionados,
y mi verdad: es que
solo queda continuar amando
Poesías o meros escritos realizados desde un fuego de adentro hacia afuera y viceversa, el fuego que nos mantiene vivos y avanzando, no es que paraliza y destruye.
unfuegodeadentro 
«Y mi verdad: es que solo queda continuar amando» =) amigo, muy bello lo que escribís!
este poema me hace sentir: azúcar.
este poema me recuerda la frase del erudito Peter. En la tercera estroFA, llegando a la cintura del poema, una alusión SOlapada pero cuidadosamente dispuesta para entendidos.
Esto no es más espectacular porque no puede. Estoy totalmente conmovida. Gracias por la belleza desparramada en cada línea.